Cine: Hedwing and the angry inch











“Hedwing and the angry inch” se estrenó en el año 2000 y por su contenido controversial para los tiempo que corrían no pasó para nada desapercibida por su trama profunda y de contenido social sensible. La historia fue creada, dirigida y protagonizada por John Cameron Mitchell tanto en el teatro como en el cine, y Stephen Trask, le puso toda la musicalidad a la obra, que vale decir que es una completa maravilla. 

La película cuenta la difícil historia de un hombre trans quien a través de música inspirada en la era glam rock de los 70 y en grandes artistas como David Bowie, Iggy Pop y Lou Reed, relata como monólogo momentos clave de su vida durante la guerra fría y posterior a ella.

Ya desde el comienzo del film, el glamoroso mundo de Hedwing nos atrapa totalmente, sus outfits, música pegadiza, rebeldía e historia hacen que no puedas despegarte de la pantalla.

En líneas generales, la historia habla sobre Hansel (luego Hedwing), un joven que en la guerra fría queda del lado de la Alemania comunista o Alemania del Este, hasta que conoce a un soldado estadounidense que se enamora de él. Al poco tiempo deciden casarse y mudarse a la Alemania occidental y capitalista. La única manera posible en ese entonces para contraer matrimonio era entre un hombre y una mujer, por lo que la madre de Hansel, le da su nombre, pasaporte y encuentra un médico para realizarle a su hijo el cambio de sexo. La operación sale mal y Hedwing queda con un pequeño bulto entre las piernas que no era lo deseado, por eso de ahí el nombre de la película: "the angry inch" (la pulgada enfadada).
 
Unos años después, Hedwig se encuentra viviendo en un remolque en Kansas, Estados Unidos y en ese momento su marido la abandona por otro hombre y armada de una peluca y su mejor falda, decide transitar el camino de la música creando su propio grupo de rock. Sobrevive haciendo de niñera y no tarda en conocer a un chico de 17 años llamado Tommy, que se convierte en su amante y protegido. Le enseña todo los secretos de la música rock y le pone un nombre artístico: “Tommy Gnosis”. El chico acaba abandonándola, le roba sus canciones y se convierte en una gran estrella del rock. A partir de toda esta entremezcla se desenlaza esta entretenida historia.

Es realmente una película para ver, disfrutar y analizar por el alto contenido histórico. Además, a nivel musical no tiene desperdicio. La banda de sonido es un condimento indispensable e imperdible de comienzo a fin ya que expresa con creces la actitud y sentimiento del protagonista.


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