Crónica: Alice Cooper, el villano del rock en Argentina

El 28 de mayo del 2011 se presentó en el Microestadio de Malvinas Argentinas el legendario Alice Cooper. Antes tuvo que cancelar el show pactado en Chile el jueves 26 por una leve enfermedad, pero se recuperó rápidamente y lo tuvimos en nuestro país con todas las energías que esperábamos de este fabuloso artista, que muchos desconocen en nuestro territorio, pero realmente es una verdadera joya del rock. Sangre, muerte, bizarrismo, juegos de tortura, experimentos, humo, luces psicodélicas y otros condimentos hacen al show de Alice único e imperdible.




Con la excusa del tour mundial “No more Mr Nice guy”, Alice se presentó en Buenos Aires, en una noche de sábado expectante. El microestadio empezó a llenarse muy de a poco, hasta casi colmarse, con un público alentador, básicamente metalero, aunque ese no es exactamente el estilo del bizarro rockero.
Alice Cooper, cuyo nombre real es Vincent Damon Furnier, comenzó originalmente como una banda del mismo nombre, que luego el cantante tomo para su carrera solista. La banda dio sus primeros pasos a mediados de los 60, con influencias como Jimi Hendrix, Frank Zappa, The Doors, The Who, etc. Así lanzaron tres discos, reconocidos ya como ultra clásicos, estamos hablando de: “Killer” (1971), “School`s out” (1972) y “Billion dollar babies” (1973). Más tarde Vicent Furnier, toma el nombre de Alice Cooper para su carrera solista, donde abre esta etapa con el disco “Welcome to my nightmare”. La placa se realizó al estilo disco conceptual con la participación del actor de terror Vicent Price, contando la historia de las pesadillas de un niño llamado Steve.
El estilo que desarrolló Alice en los 70, se trata de lo que se llamaba Shock Rock, un género que prioriza en sus shows la teatralidad en las salidas a escena. Lo que caracterizó específicamente a Cooper, son las representaciones de sus canciones con materias relacionadas al cine de terror. Así mismo la música y letras se acercan a este género cinematográfico, brindando un clima de oscuridad y rock and roll. Este estilo influenció a muchos artistas como Kiss, White Zombie, Mötley Crüe, Twisted Sister, Diamond Head, Marilyn Manson, entre otros.

El terror comienza
Después de la presencia de la banda de metal Logos que puso lo suyo en el escenario, se desplegó una gran bandera que hacía de telón con un dibujo genial de Alice que parecía asemejar una portada ochentosa de película de horror. El momento se acercaba hasta que se apagaron las luces de Malvinas y de cortina comenzó a correr la intro relatada por Vicent Price en el disco nombrado anteriormente “Welcome to my nightmare”, dando un ambiente tenebroso. De pronto se tiro abajo el telón y empezó a sonar “The Black widow”, donde se pudo ver Cooper sobre una alta tarima con seis brazos más que asemejaban a una araña. Cabe destacar que la banda que acompaña al cantante en esta gira esta formada por: Steve Hunter (guitarra, Tommy Henriksen, Damon Jhonson (guitarra), Chuk Garric y Glen Sobel (batería).
Pero eso era sólo el comienzo del show.
La lista de temas se basó en canciones clásicas, las que todos queríamos escuchar, era como escuchar el recital de tus sueños. Le siguió “Brutal Plant”, “I’m Eighteen” y “Under my wheels”, los cuales se agitaron en un coro general de todos los presentes. En “Billion dollar babies” (que no podía faltar) el cantante empuñó una espada estilo mosquetero con decenas de billetes verdes con su rostro que los tiró al público extasiado.

Escenario caliente
Alice se movía en el escenario de forma jovial, como si sus 63 años no le pesaran nada, solamente algunas arrugas delatan las décadas que pasaron desde sus primeras notas rockeras.
Lo destacable del show era la producción que se hallaba detrás de él. El viejo Cooper, casi en cada tema deslumbraba con una vestimenta distinta, obviamente con mucho cuero negro y tachas brillante.
Siguiendo la cronología del recital, sonó el tema que le da nombre a la gira: “No more Mr Nice guy”, que al ser uno de los temas más populares retumbó en el microestadio casi tapando la voz origial. “Hey Stoopid”, también se sumó al coro masivo en el estribillo y en “Is it my body”, como no podía ser de otra manera Alice apareció sobre el escenario con una serpiente alrededor de su cuello, que paseaba y mostraba con risa pícara al público.
Luego, con una campera de cuero que rezaba “New Song”, Cooper se presentó con un tema inédito, denominado “I’ll bite yout face off”, nombre que luego al quitase el abrigo pudo leerse en la camisa escrita con lo que podría haber sido sangre.
Además, después de cantar “Muscle of love”; en la balada “Only women bleed”, Alice demostró su registro de voz impecable y bailó al estilo lento con una muñeca tamaño real. Inmediatamente termino este tema comenzó “Cold ethyl” donde la muñeca quedo tirada en el piso casi cansada de tanto revoleo.

Dr. Frankestein
La mejor parte del show comenzó con “Feed my Frankestein”, tema que seguramente recuerdan de la película “Wayne’s World”. En este tramo Alice apareció con un largo guardapolvo blanco al estilo Dr. Frankestein, por lo que realmente era imposible dejar de mirarlo. En la mitad de la canción el cantante se acerca a un rincón del escenario donde había una capsula de experimentos al estilo de las películas de terror bien viejas, el ayudante coloca un muñeco, Cooper aprieta un par de botones y Bum! Aparece un Frankestein gigante. Alucinante! Termina el tema y todos felices… Pero no! Este no es el final del show, todavía queda más.
Enseguida tocaron “Clones (We’re all)”, y el esperadísimo “Poison”, que reventó en el estribillo que rezaba “Vos sos veneno corriendo por mis venas!”.
Otro de los momento que nos mantuvo a todos expectantes, fue la intro para “I love the dead”, donde apareció la famosa guillotina, muy popular en sus shows, ahí es que uno encapuchados apresaron a Alice, para luego de unos minutos cortarle la cabeza, muy buen truco por cierto. Así es que uno de los atacantes agarró con saña la cabeza de goma, la beso violentamente y lanzó una escupida de sangre a todos los que se encontraban frente a la valla de contención, que lo recibieron con júbilo.

Llegando al final de la pesadilla
Obviamente que “School’s out” iba a ser tema para el final, comenzó con un Alice de galera negra con tachas plateadas y la energía igual o mayor que la del comienzo del concierto. En la mitad aparecieron sorpresivamente unos grandes globos, semejantes a las piñatas, que Cooper explotaba con una espada y caía de ellos papel picado y polvo. Mientras esto sucedía, de pronto las melodías dieron un giro y se escuchó “Another brick in the wall” de Pink Floyd, muy buena elección para un momento al límite.
Ya finalizando, otro cambio de vestimenta le llegó al villano, esta vez con bandera y camiseta de Argentina, galera y traje plateado. Junto a todo ese combo sonó en la pista “Elected” para terminar de explotar la noche.
Pero quedaba todavía tocar “Fire”, cover de otro grande: Jimi Hendrix. Una verdadera fiesta.
Así se despidió Alice Cooper de Argentina, un público contento se marchó del Microestadio Malvinas, con una sonrisa casi perpleja y más que la dosis diaria de rock.

Etiqueta: .