Alberto Castillo, es un guitarrista y cantante de la banda blusera Pol Castillo. En esta entrevista el músico nos pudo contar como se internalizó en este arte, por qué su elección de la guitarra como su instrumento, cómo fue su adolescencia y varias cositas más que se irán desarrollando a lo largo de la nota.
Bajamos por Boulevard San Juan y cruzamos la cañada en pleno centro de la ciudad de Córdoba, caminamos un par de metros más y estábamos ya encontrándonos con Alberto Castillo en un bar tranquilo donde rápidamente entramos, nos sentamos en unos cómodos sillones y pedimos una cerveza bien fría que calmara la sed de esta primavera más calurosa de lo habitual.
Contanos, ¿A qué edad y cómo fue que arrancaste con la música?
Yo agarré una viola a los 11 influenciado por mis viejos, ya que mi vieja tocaba el piano clásico, mi viejo la guitarra y era trovador. Ellos ya no se dedican actualmente y de la familia soy el único que está de lleno en la música. Lo que es el blues lo saqué de mi vieja aunque yo empecé tocando folclore, pero parece que ella me veía triste con ese estilo y me dijo un día “Te voy a enseñar algo posta” y ahí fue que me dio para que toque la base de Boggie boggie, el famoso jazz en mi mayor, aunque ella no sabía que era blues, nunca se internalizó en el estilo. Realmente cuando la vi tocar la guitarra y vi esa base de viola se me reventó el mate, colgué los guantes con el folclore, lo que lamentablemente mi viejo sufrió. Pero lo que sí me pasó en ese tiempo es que yo era tan sordo que pensaba que todos los temas empezaban con las mismas notas. En esa época yo no conocía el blues me gustaba mucho el rock & roll y las progresiones de 1ra, 4ta y 5ta, mucho rock & roll clásico: The Beatles y Chuck Berry.
¿Y cómo fuiste avanzando luego después de ese comienzo?
Empecé con una criolla a los 11 y recién a los 17 me pude comprar mi primer viola, tenía unas ganas de tocar rock & roll, que me acuerdo que en la criolla hacía riffs re rockeros. Me compré una Aplausse que me costó $100, que ahora está tirada en la casa de mi vieja, no sirve para nada (Risas). A los 14 empiezo a tocar con gente, y empecé a formar las primeras banditas. Pero todavía no tocaba blues, porque lo empiezo a estudiar de en serio a los 17 y me meto de cabeza directamente a los 21 o 22. Pasé por un millón de bandas que ya ni me acuerdo los nombres. A los 14 hacíamos covers de los Beatles con los chicos del barrio, después formé unas banditas en el secundario, pero no pasaba nada además en esa época no había como ahora tanta difusión e información hacia la música. A los 16 armamos una banda con unos chicos de San Vicente, y tocamos ahí también en el barrio. A los 17 armé un par de bandas en barrio Juniors, porque era muy amigo de toda esa gente de la zona. Después vino Tres ases que la formamos con un amigo baterista que estuvo muchos años laburando juntos, luego vino Poker de ases, Reina de espadas y esta última fue como la protoPol Castillo. Ahí ya en el 2001 yo estaba comandando un par de proyectos así que le cambiamos el nombre, un amigo nos bautizó como Pol Castillo y que eso.
¿Cómo fuiste aprendiendo entonces a tocar?
Aprendí más que todo solo, mi viejo me enseñó unos cuantos acordes y yo ya pensaba que me sabía todo. Pensaba que todos los temas empezaban en mi mayor, era un sordo, tenía 14 años y era un desastre (Risas). Mi viejo me dijo “Basta, te voy a llevar a que estudies, sos muy malo” (Risas). Mi viejo me enseñó un par de acordes y me aferré a eso, pensé que ya estaba y nada que ver, cuando después fui a una academia pude aprender otras cosas aunque tampoco era muy buena. Fui un mes y medio o dos, aprendí los acordes básicos mayores y menores, séptimas y me largué solo. Además, después a los 17 fui a Radio Nacional a prender guitarra clásica, pero ahí tampoco no me enseñaban demasiado, así que bueno aprendía por intuición.
¿Qué guitarras tenés actualmente?
Tres Strato Fender, una Americana del ’91 y una Mexicana del ’94. Una Memphis Telecaster que le cambié el alma, le bajé casi 1 cm. el mástil.
¿Qué intérpretes admirás y te gustaría alcanzar?
Me gustaría tener la ductilidad de Robben Ford, me gusta muchísimo Gary Moore, lo he estudiado muchos años. Stevie Ray Vaughan que lo empecé a estudiar a los 17 y él creo que es el que más fácil me llegó. Tengo mucha influencia también de Santana. Eso es lo que la gente ve por ahí y me dice. Son guitarristas que me siguen influenciando actualmente. Yo soy un tipo que agarra un guitarrista y lo estudia. Agarro todos los disco, le paso una orejeada a cada tema, busco un poco de biografía del autor, para saber los altibajos, su vida personal su carrera artística, más o menos veo como va tocando. Una vez que veo el estilo general, empiezo a notar la forma de frasear. Empiezo a sacar fraseos y demás acordes, etc. Y de ahí uno va formando su propia personalidad artística escuchando mucha gente.
¿Alguna vez te despertó curiosidad tocar otro instrumento?
Si, intente tocar la armónica, super difícil. Intente aprender a tocar el bajo, y la verdad es que sirvo solamente para tocar la guitarra.
Después de una larguísima charla que se iba por las ramas y volvía a su eje sin parar, terminó la entrevista entre otros tragos de cerveza y ese maní infaltable. Alberto Castillo es un músico que tiene su trayectoria y parece seguir poniéndole el pecho a la música. Pronto su banda, Pol Castillo, después de un largo camino lanzará su primer disco que está en proceso de grabación actualmente en La Escuelita.